La embajada - BSO

Banda sonora para el grupo de teatro Jaleo (a ver si acutalizáis la web) que estrenará esta producción propia en el Círculo Catalán de Madrid (en Plaza España) el 26 de Noviembre de 2011. A 30 de Mayo no hay escrita una sola nota. Iré colgando las primeras versiones.


ACTO 1: UNA EMBAJADA DE EEUU EN UN PAÍS COMUNISTA


Escena 1. Obertura para voces graves (consta de tres partes, que sonarán seguidas)

1a. Canto gregoriano:  La hermana Dorothy se dirige al público por delante del telón cerrado, mientras de fondo se escuchan una monodia gregoriana. Esta pobre monja lleva 6 años encerrada en una embajada de EEUU de un país comunista huyendo del régimen. 
1b. Coro soviético: Tras la presentación, las luces se apagan y el canto gregoriano se transforma en un coro soviético. Se abre el telón y se encienden las luces
1c. El relato de la hermana Dorothy: La música se vuelve desenfadada mientras que sor Dorothy, haciendo de narradora, va presentando uno a uno a los ocupantes de la embajada sobre un cuadro de personajes paralizado. Tras cada explicación, la música se detiene un momento, y cada personaje se activa con una pequeña frase. Luego, vuelven a pararse y la música continúa con la siguiente explicación.

Escena 2. Günter: Entra el malvado agente de los servicios secretos del país comunista. Cortinilla de unos segundos, con música del malo. La misma música suena cuando se va. 

Escena 3. Horas más tarde: Jack Doyle, el hijo del embajador, tiene que hacer frente a una crisis diplomática. Llamadas de teléfono, cansancio, anochece, y la música tiene que indicar todo esto sin que haya una sola palabra. 

Escena 4: No hay música

Escena 5. ¡Esto es una embajada! El final caótico, una persecución a lo Benny Hill (ya se pueden imaginar la música). Posible fin del acto primero, se apagan las luces. La música divertida continuará durante 1 minuto hasta que se abra el telón.

ACTO 2: DÍAS DESPUÉS


Escena 6. El señor Mckinley tararea uno de los temas principales, todavía está por ver cuál.

Escena 7. El Sultán de Kapurthala: Anuncio oficial "El sultán está aquí". Suena una marcha oriental, que da paso a la corte del sultán, con concubinas, elefantes y todo lo demás, que van ocupando la escena, y dan paso al Gran Sultán, que camina al ritmo de la música. Cuando la música termina, el Sultán deja de caminar. Sencillo.
El Sultán se irá ofendido tras una discusión con el señor Mckinley, por supuesto, con su cortejo, ceremonia y marcha oriental. A continuación, el también ofendido señor Mckinley hará mutis por el lado opuesto, por supuesto con toda la ceremonia que pueda, y con marcha oriental también.

Escena 8. Mira todas esas estrellas: Jack crea una atmósfera romántica poniendo una gramola con Jazz-Piano tipo años 30, mientras apaga la luz para poder ver mejor al ejército soviético que rodea la embajada, y de paso acercarse a Sharon, la hija de los Mckinley. Su intento es algo ridículo, los focos militares iluminan constantemente la estancia y los torpes intentos de roce son desastrosos. La escena no tiene final feliz, Sharon  se va y Jack quita la gramola. Final musical abrupto.

Escena 9. Günter again y entreacto: Su música de malo again. Más adelante, llega la noticia de que la operación de intercambio de espías ha fracasado, el zorro gris se ha suicidado. Un acorde de tensión. Los acontecimienos se precipitan, Jack y Sharon se quedan solos y el tema romántico vuelve a surgir, esta vez con violines, y con la tensión acumulada. En un gran crescendo, la escena terminará con un beso, las luces fuera, y la música continuará.

ACTO 3: SEMANAS DESPUÉS


Escena 10. El relato de la hermana Dorothy (2): Continúa la música de narración con interrupciones, que irá desapareciendo gradualmente mientras la acción vuelve a cobrar vida, al igual que en el ACTO 1.

Escena 10 y 11. Clamor: Lo principal de esta escena son los silencios, que son muy dramáticos. Tras un rato de charla intrascendente, los personajes callan creyendo oir algo. Tras unos segundos de silencio, un clamor lejano de gente se acerca gradualmente. Los personajes seguirán hablando, pero el clamor crece y crece y se volverá ensordecedor llegando a tapar incluso la conversación (se podría reforzar con rumores fuera del escenario de los demás actores). Tres disparos. 
Los personajes vuelven a hablar poco a poco, se van excitando hasta que un nuevo ruido les interrumpe otra vez, en esta ocasión un cristal roto y una bomba que aparece en medio del salón. 
Este silencio es inquietante, los clamores han desaparecido de repente. Tras unos segundos de silencio, se empieza a escuchar un tic tac que irá gradualmente creciendo, y de vez en cuando sonará irregular para generar más tensión. En el momento de más tensión, todos estarán pendientes de Jack, que intenta desactivar la bomba, nadie habla y el tic-tac crece hasta que... silencio...1...2 segundos... y todos respiran aliviados.

Al final de la escena, la bomba explotará al arrojarla a la calle en un descuido.

Escena 12. El relato de la hermana Dorothy (3): El relato continúa, pero es más acelerado y más tenso, la música también. Será reconocible, pero añadirá elementos nuevos más oscuros.

Escena 13. Recepción en la embajada: La escena vacía. Aparece un sirviente que lleva una bandeja a la habitación de al lado. Luego vuelve a por otros utensilios, y se cruzará con un segundo sirviente, que irá también cambiando el escenario para la fiesta. Enciende el gramófono para ir ambientando, empieza a haber rumor de gente desde la habitación de al lado, cada vez más movimiento de copas y gente entrando y saliendo. La música es festiva en su comienzo, pero se va volviendo más oscura según los sirvientes entran y salen, para marcar el paso del tiempo. 
En un momento dado, por encima de esta música de fondo, sonará la música de Günter, cuando éste haga su aparición ¿cómo sincronizarlo? Ni idea. La tensión desaparecerá cuando los protagonistas consigan dar esquinazo a Günter, quedando sólo la música de fiesta.
Poco a poco los invitados se retiran, los sirvientes van recogiendo. Y apagan la gramola justo en el momento en el que los Mckinley se encuentran de cara con Günter. El silencio es tenso y debe durar unos segundos.
Mientras todos esperan desde dentro de la embajada a que los Mckinley escapen, el silencio debe ser mortal, que se corte con un cuchillo. Un disparo abortará la operación.

Escena 14. Final: A la mañana siguiente (bajonazo, a ver si este salto temporal pudiera desaparecer) a Jack se le ocurre un plan para hacer escapar a los Mckinley. En el momento que empieza a pensar, ya la música del final empieza a sonar con un ostinatto in crescendo, en el que se irá reconociendo la marcha oriental del sultán, pero mucho más peliculera, y repetitiva para poder adaptarse al tiempo de la escena con libertad. Cuando ya esté la música fuerte, se corta unos segundos para dejar paso a la última frase de la hermana Dorothy. A continuación, la música desemboca en la fanfarria final que será... ¡yo qué sé cómo será! 










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